Friday, January 19, 2007

2da Cita.

Diciembre 17, 2004.

Los días siguientes a verlo pisaba sobre nubes, alucinaba con sus besos y sólo rogaba a dios porque esa sensación fuera eterna. Pero me asustaba el hecho de que me dejé llevar por mis deseos y me entregue en la primera noche, sin embargo él despejo todo eso con sus mensajes y llamadas, que aunque no eran constantes como antes me dejaban saber que el pensaba en mi tanto como yo en él.

No habían pasado dos días cuando ya quería verle de nuevo, se lo insinuaba pero el me contestaba cortésmente que por lo pronto no podía su padre estaba muy enfermo, y yo pacientemente entendí que verlo podría esperar, pero quería verlo antes de que se fuera de viaje.

Luego de unos tantos días de contacto vago me envía un mensaje, quieres verme el sábado, y yo encantada conteste que sí..pero para mi sorpresa el viernes en la mañana me llega un mensaje, no me aguanto al sábado, te puedo ver hoy, me quería morir de la emoción y conteste que sí, yo encantada.

Me recogió de nuevo en la casa de mi amigo, esta vez iba mas sencilla pero preciosa, decidimos ir a cenar, pero realmente no tenía mucha hambre, le dije a él que escogiera el lugar, comimos comida china, yo realmente no mucha, solo le miraba y me fascinaba de sus ojos negros, esperando ansiosamente nuestro momento de intimidad, en medio de la cena me comentó que me tenía una sorpresa, yo también le tenía una.

Al terminar la cena, nos marchamos hacia nuestro lugar intimo, como le tenía una sorpresa le pedi que se quedara en el carro mientras yo entraba y le preparaba la sorpresa, el impaciente esperó por 3 minutos hasta que le di la señal de entrar. Sus ojos brillaron ante la luz de las velas, muchas velas que rodeaban la habitación, no necesitamos luz alguna mas que esa, y dos copas llenas de sidra que nos humedecieron los labios mientras nos besamos.

La noche fue espectacular, como la primera, su cuerpo me cubrió completa mientras compartimos unos minutos de extenuación y descanso. Su aliento y su respiración sobresaltada eran como música de cuna y me dormí en su pecho, él abrazándome a mi.

Despertamos, recogimos todo y me llevó a casa, al dejarme en la puerta me entrego un pastel navideño que su madre había hecho para mi, me sentí halagada y feliz, sabia que algún día podría agradecerle a ella en persona. Pronto mi Ángel partiría de viaje a continuar el tratamiento de su padre, lo vería en otro año, otro año que me brindaba la oportunidad del amor.

2 comments:

Juan José said...

Mia tienes todo un don para escribir. Quien sabe, algun dia podrias hacer un libro de todo esto.


Suerte y continua adelante!

RickY´s LIfE said...

sin embargo él despejo todo eso con sus mensajes y llamadas, que aunque no eran constantes como antes me dejaban saber que el pensaba en mi tanto como yo en él.
----------toy moca con esa partee...el tenia k llamarte iguall.....ojala k no salte con algo raro...pk yo mimo lo voy a buka ....na byeee


Ricky