Circunstancias de la Vida...

Finales de 2002

Ya con varios meses de haberme hecho la idea de que lo de John no pasaría, abrí mi radar de nuevo a ver que tal se me hacía el panorama, que chistoso que en una universidad tan grande como la mía no exista un chico que me guste tanto como me gustaba él, bueno la vida es loca y yo un tanto mas.

Lo bueno de esto es que me estrenaba como chofera, por fin este peligro público salía a las calles, por el momento solo me limitaba a ir al trabajo y la uni, no quería chocar de nuevo, ya en pocas semanas que tenia de chofera ya agotaba mi primer choque, sin embargo tenia cierta destreza a pesar de no saber aun parquearme entre dos carros.

Como era de las pocas personas de la uni que contaba con vehículo, luego de acabadas las clases tenia que servir de taxi a todos los amig@s que no tenían vehículo y que estaban en mi ruta, un día salimos temprano y llevando a un amigo de clases, me toca paquete doble, él y otro amigo mas llamado Carlos.

Al principio no le vi mucho, parecía mayor, de unos 30 y algo, cuando yo solo tenía 21, fui muy tranquila en el camino, casi ni le preste atención, era atractivo realmente, tez blanca, voz de locutor y cuerpo delgado, sin embargo mi amigo es tan loco que al presentarnos no entendí mucho el plan maestro.

La bola y Carlos todo era planeado, mi amigo sabía que yo estaba sola, su amigo solo y nuestra soledad, juntos hacíamos muy buena pareja; a mitad de camino el me pidió dejarlo con el favor de dejar a su amigo Carlos en su casa, quien por coincidencia vivía cerca de la mia, al dejar a mi amigo, nos fuimos solos la gran parte del camino.

Hablamos, nos contamos muchas cosas, realmente me pareció agradable y hasta me gustó, por casualidad de la vida conocíamos muchas personas en común y hubo química. Al llegar a su casa, que era en un lugar medio peligroso por ser una urbanización nueva y con poca luz, le deje en la puerta, el me invitó a subir pero lo vi demasiado oscuro, aun así la curiosidad me mataba, vivía solo, en una casa amplia y hermosa, quería ver que había allí dentro.

Vaya sorpresa la mía, toda esa oscuridad se esfumó al prender la luz, ante mi se abrió un apartamento amplísimo donde no había nada, no es que no había gente, sino que no había nada, el piso estaba vacío, Carlos al ver mi asombro se apresuró a decirme que recientemente se había mudado y el trabajo no le había dado tiempo de equipar la casa, me tranquilizó la respuesta y me sentí mas a gusto.

Sin darme cuenta saco dos sillones reclinables y los puso en el balcón, me preguntó si podía quedarme unos minutos, y al ser las 8:30 no vi ningún inconveniente, nos sentamos y mientras me acomodaba apareció ante mi con dos copas y una botella de vino. Quien diría que a solo unos meses de sentirme totalmente desolada y sin esperanza alguna de estar con alguien disfrutaría de una vista increíble a la luz de la luna, sentada al lado de un chico apuesto.

Ya las copas se me subían a la cabeza cuando vi que ya era hora de irme, eran casi las 9 y habíamos hablado bastante, intercambiamos números y quedamos en vernos de nuevo. Al despedirme al mismo tiempo que halagaba mi sonrisa, aun en la oscuridad no dejó de percibir que me sonrojaba, levantó mi rostro y me dio un beso tímido..fue rico lo admito, me dejó con deseos de mas, pero el caballerosamente se apartó y me despidió.

Regrese a casa, en todo el camino pensé en el y ese beso tan rico, aunque no me gustaba al principio, ahora al conocerle me gusto la idea de alguien maduro, que me proteja y me enseñe cosas que no se, el profesor que tanto necesitaba ya lo tenía, y tan cerca....en poco tiempo fueron muchas las lecciones que aprendí.