Friday, August 04, 2006

A la deriva..

1998

Todo iba de maravilla, en nuestro anotador sentimental nunca se había registrado pelea, disgusto o mal entendido alguno, tengo que admitir que la perfección no existe, pero en lo nuestro, entiendo que Arturo y yo ensayamos un poquito a ver que tal se veía. Si miro atrás sé que lo amé, al principio no tanto pero empecé a quererlo, lo que comenzó solo como el deseo de tener un novio y olvidarme de Ariel se había convertido en la relación mas bella que haya conocido.

Tenerlo provocaba la envidia de muchas chicas pero aun así nunca me dio motivos para celarlo, sus amigos siempre me resaltaban entre todas las novias que ha tenido, aun ahora. Pero todo lo bueno tiene fin.

A mediados de año participe en una actividad que me obligo a irme fuera, y luego pasaría unos cuantos días mas en casa de unos familiares, esto entristecía a Arturo mucho pero le asegure que siempre hablaríamos y así fue. No hubo un solo día que no le escribiera, incluso en mi viaje compre una caja de sobres y hojas de cartas, y cada día escribía lo que me había ocurrido y lo ponía en su sobre para entregárselo al regresar.

Lo extrañé como nunca, es cierto, pero a la vez empecé a sentir cosas muy distintas, estar por primera vez sola en una ciudad extraña, llena de niños de mi edad, personas hermosas, me dio la impresión de que tal vez no quería a Arturo tanto como yo creía, que tal vez podría conseguir a alguien mejor, aún así fui fuerte y me mantuve fiel, pero no falto mucho para que en la visita a la casa de mis familiares conociera a un niño lindo que atraía mi atención, no recuerdo que pasara de un simple beso, pero eso cambió mi sentir por Arturo.
Estupidez de mi parte lo sé, pero aun así antuve el contacto con Arturo, continué la escritura de mis cartas, le llamaba a diario pero mis sentimientos no eran los mismos. A mi regreso me porte fría, el lo notó de inmediato y tuvimos problemas, ya después de algunas semanas de distancia, poco trato y frialdad de mi parte le dije que no podíamos seguir que sentía que no lo quería tanto como antes y que no quería herirlo.

No fueron pocos los días en los que me suplicó volver, lloró y sufrió por mi torpeza, su padre me rogaba que le fiera una nueva oportunidad, fue muy tarde cuando me di cuenta de todo lo que había hecho y de lo equivocada que estaba, me percaté de que lo amaba, y que lo que había hecho era fruto de mi ego y de mi insensibilidad, le pedí volver, pero ya el no quería.

Así se fue lo nuestro, como un barquito de papel se va deshaciendo al tocar agua, lo eché a perder y aún me duele.

Hoy somos amigos, hemos sobrepasado lo que pasó y seguimos en contacto, nunca, nunca en la vida me perdonaré por lo que hice aunque ya él si lo hizo. Varias novias le conocí después de mi, ellas nunca serán lo suficientemente buenas para el, nunca. Admito que no lo olvide sino hasta mucho después, muchos años después, pues poco tiempo después ocurriría algo que prendería la llama de nuevo.

3 comments:

Anonymous said...

como es la vida, conociste ese amor a tan temprana edad, no te culpes, ya que fue eso mismo lo que te hiso perderlo, y como un simple beso, mirada, pensamiento puede empañar nuestras vidas, dejandonos ciego, algunos tenemos suerte que cuando ese neblina pasa, tenemos ese amor ahi, ahi otras veces que no, pero es como dice el refran si vuelve a ti es porque era para ti. bello tu post como siempre

Aaliyah_Danna said...

Muy interesante..

alfonso said...

sigamos leyendo