Por Un misero Beso, Parte 2. Abroad..

1998

Cuando analicé el post anterior y una persona allegada supo del mismo, pues lo vivió junto conmigo, me recordó los detalles de ese sentimiento que me hizo fria ante el Amor de Arturo..., señores mi memoria es buena pero en ocasiones olvida detalles, ya sea por simple olvido o por temor a recordar cosas de las que ahora me arrepiento.

Nunca me sentí amada como cuando el me amó, Arturo era la primera persona que me demostraba esa intensidad, no creí merecerlo es cierto pero luego de mi viaje fuera no se que tipo de cosas pasaron por mi mente y creí, equivocadamente que merecía más.

Como siempre visito familiares en los Estados Unidos, y este año luego de mi estadía en el Congreso iría a pasar unas divertidas vacaciones en casa de unos tios; Ellos por ser de una comunidad religiosa muy activa siempre tenían la costumbre de ir a un campamento donde la familia reunida meditaba cuestiones religiosas y a la vez, en familia, le pasaba enseñanzas a sus hijos de una manera muy divertida.

Yo, inquieta por el género masculino como siempre he sido, me sentí atraida por un chico, le llamaban Felipe y a mi entender era en chico mas hermoso que allí estaba (Vaya gustos tenía en esa época, ahora medito y realmente no sé que fue lo que me dio), traté de siempre estar cerca, de que me conociera y que se atrajera por mi, aún cuando habían mas chicas que obviamente buscaban lo mismo, mi prima se dió cuanta que me gustaba y me introdujo, ya de ahí en adelante formé parte del grupo y me sentí bien.

Fueron varios dias de juegos, dinámicas familiares y mucha reflexión, pero en mi mente solo estaba Felipe, quien diría que Arturo podría salirseme tan facil, y que a ese momento no ocupara ni el mas mínimo espacio en mi mente, quien diría que yo, quien decia amarlo tanto le fuera infiel de pensamiento, por el momento.

Ya los días de diversión acababan, era el último dia en la finca y todos estaban tristes por la partida, pero contentos a la vez porque ese día tendriamos musica y baile para festejar. La hora habia llegado todos bajaron de sus cuartos con vestimenta apropiada y lista para una buena sesión de baile, yo soy afortunada, pues me bailaron muy bien cuando chiquita, como dicen en mi tierra, y bailaba con gracia y podia bailar cualquier cosa, salvo bachata.

Musica buena y gente bailando, yo sentada sin esperanzas de ser escogida, nunca tuve el valor de sacar a nadie y nunca lo tendría, pero en ese momento suena una bachata, yo me dije, ahora si que no podré bailar, pues no se hacerlo y realmente no me gusta, para mi sorpresa veo su mano extendida hacia mi..."Quieres Bailar?", yo ni tonta ni perezosa dije Si!!.

Quien sabe de donde me salieron los pasos?, quien iba a saber que de ahi en adelante bailaria yo bachata aunque la detestara, y como habia de imaginar que ese simple hecho me haria hacer tantas estupideces. Bailamos mucho, pero de ahí no pasó, por el momento.

De regreso todo fue normal, pero yo queria mas, no se que era lo que me proponia pero solo bailar con el no me bastaba, aunque estaba a ley de 2 dias de irme me ira imposible hacerlo sin siquiera saber si le gustaba o por lo menos un beso, y con unas cuantas llamadas eso fue posible. Fue un momento estupido de empujones y valor donde nos besamos solo porque nos miraban y porque yo lo habia sugerido, él nunca lo pidió.

Ya de regreso eso no significó nada porque vi la estupidez que fue, sin embargo ese mísero beso abrió en mi la sensacion de que podria estar con quien quisiera y que el amor se conseguia solo con pedirlo...que estúpida fui, perdí la orientació, perdí mi desencia y perdí a Arturo, todo esto por un mísero beso que él ya habrá olvidado desde que di la espalda y que no significó nada para ninguno de los dos.