Monday, July 31, 2006

Getting Started..

1997

Arturo y yo comenzamos nuestra relación con llamadas diarias como siempre, nos veíamos lo mas a menudo posible y siempre mantuvimos un secretismo mortal de lo nuestro, lo que se traduce en que todo el mundo sabia de lo relación menos mis padres, algo absurdo pero así fue, con apenas 16 años no podía darme el lujo de ir donde mis padres a decirle que tenia novio, eso era un sacrilegio ante ellos.

Lo nuestro era bello, debo admitir ahora que no he tenido relación alguna que se le compare a esta, ambos nos regalamos un peluche con nombres en alusión a como se llamarían nuestros hijos, él en las tantas horas que dedicaba a pensar en mi en el colegio inventó un nombre para mi (que por lo obvio que es no puedo publicarlo), y aun hoy con ese nombre me llaman todos sus amigos, y mis amigas del colegio que le conocieron. Lo único que puedo decir es que significa colibrí en cuba y me hacia sentir la mujer mas especial del mundo.

Teníamos una canción especial, exclusiva para ambos, una fecha, un lugar y besos, esos besos que me mojaban toda desde que empezaba a sentir su lengua en mi boca. Vernos una vez a la semana no era suficiente, el busco la forma de verme mas días y sin importar la distancia de su casa a la mía, el en trasporte publico me visitaba 2 o 3 veces a la semana, luego de regresar del colegio.

Al principio solo nos besábamos y hablábamos de lo transcurrido en el día, su caballerosidad no le permitía pasar la frontera de lo físico. Un día no aguanto más y el besarme lo enardeció tanto que su miembro reaccionó y me alertó de sus existencia, lo sentí tan fuerte y grande pues estaba sentada en sus piernas y mi húmeda y calor lo despertó.

Su caballerosidad había llegado al límite, habían transcurrido un mes de solo besos, ya él quería más, yo no se de donde, invente una historia estúpida, le conté sobre Ariel, pero no como había pasado, le cambié un poco la historia diciéndole que la experiencia fue horrible y no quería que pasara de nuevo. Eso lo calmo un poco y me respetó esa parte, pero no detuvo sus deseos de tocarme y besarme en todo los lugares que yo no le había prohibido.

Ese día en llanto, por la supuesta historia que había inventado, me dijo que nunca me obligaría a nada, que me respetaría, yo en señal de agradecimiento lo bese y deje que me hiciera suya sin penetración, me abrazaba fuerte y con sus manos masculinas y fuertes acariciaba mi clítoris. No recuerdo que mas ocurrió, pero algo si estoy segura su olor exquisito y sus manos me llevaron a la gloria, una gloria que experimentaría por unos cuantos meses mas.

1 comment:

alfonso said...

yo creo que tu intención inicial con el blog la fuiste cambiando y resulta que esto esta mejor, seguiré pasando a ver que nos traes por acá