...el comienzo del fin.

2004

El primer mes del 2004 fue el presagio de algo que yo veía venir, simplemente no lo creía porque el amor tapaba toda señal que Dios pudiera enviarme sobre la deriva de este barco amoroso.

Pronto se acercaría su cumpleaños, yo solo podría regalarle amor porque dinero no tenía y se lo demostraba con fervor cada vez que estábamos solos. Para mi eso se volvió costumbre, hacernos el amor era nuestro lenguaje y nuestra mejor forma de comunicarnos, ya no había tantas llamadas, nuestras conversaciones fueron sustituidas por besos y yo me sentía feliz porque lo tenía conmigo.

Su cumpleaños fue una celebración en grande, de la cual no fui partícipe porque según él su cumpleaños es de sus amigos, y yo de ingenua accedí, yo de todas formar no les conocia, y sabía que al día siguiente nos envolveríamos en las sabanas, donde le daría un gran regalo de cumpleaños.

El día llego y tomamos la ruta de siempre, al principio sentí que nos veíamos mas por obligación que por gusto, le entregué su regalo y su cara cambió, se transformó todo y no aguantó a estrenar esa camisa que con tanto cariño había elegido para él y que tan bien le quedaba….por dentro solo contaba los minutos que faltaban para quitársela y besarlo todo.

Al llegar quise hacer algo diferente, llene de velas el lugar mientras el buscaba algo en el carro, saqué un pequeño maletín donde lleve copas y una botella de vino, cuando entró vio todo y solo corrió a besarme me dijo que este era su mejor cumpleaños, bebimos un poco y luego vino lo bueno.

Estábamos completamente desnudos en medio de la cama, sus besos tímidos lograron encender el fuego que dejó medio encendido de la pasada sesión, y aunque las nuestras no tenían nada de excitante, no incluían juegos eróticos, ni sexo oral ni alguna posición numérica exuberante, yo me sentía feliz porque se trataba de la persona de la cual me estaba enamorando lentamente.

Ese día mientras echaba su pequeña siesta acostumbrada yo analicé muchas cosas que si lo hubiera hecho el día de hoy todo fuera diferente, una de ellas era su reciente hobbie, salir a beber con sus amigos, hoy dormía como un lirón fruto de la borrachera que tenía el día anterior, sus salidas se hicieron frecuentes y hasta un poco trágicas. Ese día luego de salir de su nido de nuestro nido de amor, iria a continuar su celebración de cumpleaños.

Otro detalle era nuestra relación, la comunicación se acortaba, las llamadas eran menos frecuentes y casi obligatorias para él porque yo se lo exigía, vernos tenía dos motivos, comer o ir a las cabañas, no se porque pero esa fue nuestra perdición.

Después de esa salida, nuestra rutina cambió drásticamente, Juan sufrió un lamentable accidente automovilístico, ese día había bebido de mas y choco en un área residencial de la ciudad, se fracturó el hombro y estuvo con una venda por unos cuantos meses, su carró quedó casi destruido.

A partir de ese día los roles se invirtieron, de ahora en adelante, sería su enfermera, su chofer, su compañera de todas sus diligencias y su banco, menos su novia.