La Primera Cita..Vaya Cita!!!

Mediados de 2003.

Desde ese día las llamadas fueron constantes, ese primer día de amores fue excelente, no dejaba de llamarme novita y eso me ponía excelentemente feliz, después de un año y algo sin novio no podía contener la alegría que se me salía por los poros.

Paso el primer día en el cual solo hubo besos, Juan tenia la especialidad de darme unos besos que me “electrizaban” y por ello me refiero al sur, no se cómo, pero sus besos tenían una pasión tal que de durar muchos minutos besándome me mojaba toda, sus labios me comían viva.

Ya estábamos en Jueves, la antesala de nuestra primera cita formal, ese día hablamos de a donde iríamos, que haríamos y como, y yo sinceramente no quería empezar a sugerir, me gusta que el hombre tome la iniciativa y proponga. Sin embargo estábamos trancados, no podíamos pensar en un sitio que fuera tranquilo, privado y adecuado para estar en amor que no fuera un motel, de tanto pensar el me sugirió el motel y me dijo que solo hablaríamos, y que estaríamos abrazados hablando y compartiendo juntos, vaya sorpresa la que me lleve…

Llego el día pautado, yo estaba regiamente vestida, preciosa como siempre, Juan mejor vestido que nunca, aunque casual, me recogió me dio un gran gran beso y nos dirigimos a nuestra primera cita.

El trayecto hacia las cabañas no puede ser más paradisíaco, el mar y las palmas nos pusieron en el mood, correcto, yo entre nervios, emociones, y excitación por tener su mano en la mía, y su mirada sexy admirando mi cuerpo no pude aguantar la humedad que comenzaba a recorrer mi interior.

Llegamos al lugar, entramos a un establecimiento que desde que lo ví le llame la casa de la barbie por las palmas y colores que tenía, la habitación era acogedora y el lugar estaba perfecto para los dos, pidió unos tragos y esperamos a que los trajeran mientras hablábamos de nosotros, luego de traerlos y hacer el primer brindis, yo no aguante y me quite la chaqueta para estar mas cómoda, con ella los zapatos, y al voltearme el vio es rastro de mi humedad en mi pantalón blanco, al darme cuenta me sonroje y baje la cabeza.

Este fue detonador de todo..se levantó como resorte de la cama, me tomo la cara con sus manos y tiernamente comenzó a besarme poniéndome contra la pared. Eso me excitó muchísimo más, empezó a quitarme la ropa, bajó desde mi cuello hasta mis pechos, los vio y sonrió ante la redondez y lo parados que estaban, me acarició el abdomen rozando sus labios por el trayecto que lo llevó hacia el sur, me dejó completamente desnuda, luego siguió él, ambos quedamos al desnudo, su cuerpo pegado al mío me acorralaba en la pared a la par de sus besos, su pene se ponía duro y buscaba mi humedad, yo dejé que la buscara.

Me penetró un poco contra la pared, pero no creo que esa escena fuera apta para pornografía, era muy tosca, me cargo y me llevó a la cama. Sus caricias quitaron todo rastro de afecciones pasadas, sus besos me dejaron atónita y borracha, no pude mas que quedarme entre las sabanas admirando su cuerpo, su ropa no le hacía honor a ese cuerpo.

Su sudor me cubrió mientras me penetraba una y otra vez bajo las sabanas, no necesitamos el televisor, ni los tragos, ni nada, solo nuestros cuerpos. Creo que 4 horas no fueron lo suficientemente extensas para cubrir tanta pasión, no se de donde la saqué pero él la obtuvo. Solo hubo penetración, solo hubo besos pero lo mejor de él no había llegado aún.